domingo, febrero 08, 2004

Hay Motivo: el mundo del Cine contra el PP.

Es sabido que la mayor parte de los profesionales del cine y del teatro manifiestan ser de izquierdas (exceptuando a los empresarios y productores). Cada uno tiene sus opciones, las cuales son muy respetables y criticables todas. Pero de ahí a que se eleven a ser la voz del pueblo (sin consentimiento, por supuesto), de la izquierda o algo así, va mucho trecho. Hay Motivo no debería hacer eso. Dicen que no quieren influir, ni tergiversar, ..., pero quieren reflejar su realidad, la cual podemos compartir o no, pero no es leal hacer este manifiesto (o lo que sea) en plena campaña electoral.

Todo el mundo sabe que los medios de comunicación (siempre) están totalmente manipulados por varios intereses (no sólo gubernamentales, sino empresariales, religiosos, ...) y cualquier persona sabe lo que los media quieren realmente decir, o bien toman de ellos lo que les interesa (consciente o inconscientemente). Por tanto, ¿qué nos importa saber lo que opinan unos directores de cine que están totalmente comprometidos políticamente? ¿Reconfortar a los que comparten su opinión? ¿Hacer un ejercicio de libertad de expresión? ¿Apoyar unas determinadas opciones políticas? ¿Denunciar los abusos del gobierno?



Creo que el futuro (y ya presente) de la libertad de expresión está en la red. Aún se puede uno expresar libremente y pese a que se abusa del medio y muchas veces no se contrasta la información que se toma de internet, es el medio más accesible para realizar este cometido y me remito a la anterior postal. Si el ceteris paribus no se destruye, se podrá difundir la opinión de cada uno, siempre y cuando la persona se tome la molestia de saber qué es lo que piensan sus semejantes. Y como veis, yo no tengo que hacer una película para difundir mis opiniones: está claro que esta página no tiene el poder de repercusión que tienen las manifestaciones de estas respetables personas, pero al final se hace lo mismo. Ellos juegan en desventaja con el gobierno y yo con ellos. Es una cuestión de poder.

Sin más, un saludo a todos los dialécticos