jueves, febrero 12, 2004

La situación de Iraq se hace insostenible.

Es posible que esté Al-Qaeda detrás de los atentados, o los combatientes leales al régimen baazista o las dos cosas, pero lo que está claro es la inestabilidad del país. Los sunnitas no quieren perder su poder hegemónico en un país en el que el 60% de la población es chiíta y con la zona norte controlada por los peshmergas kurdos. Un país que puede ser dividido futuriblemente en tres, o tres federaciones en aras de una estabilidad, que se identifican con las provincias de Basora, Bagdad y Mosul que tomaron los ingleses para crear el Reino de Iraq:



- NORTE (Mosul): Kurdistán libre o federado. No creo que se permita la libertad de este pueblo, porque podría ser un nuevo foco de conflicto en la zona. Ya lo es en Turquía, pero se extendería a Siria, Iraq e Irán. Además, la zona es muy rica en petróleo.

- CENTRO (Bagdad): Feudo sunnita y baazista. Controlan el país aún, pero saben que perderán el control en cuanto se celebren elecciones libres, pese a que quieran dinamitarlas con terribles atentados terroristas.

- SUR (Basora): Chiíta y más pacífico que el norte o el centro. Es donde se encuentran las tropas españolas e iberoamericanas (Base España), concretamente en Diwaniya. Es una zona estratégica pues es en Um-Qasar donde se embarca el petróleo.



Si no detienen el reguero de sangre y/o se marchan los países ocupantes, el país se verá envuelto irremediablemente en una guerra civil en la que los peor parados serían los sunnitas.

Es un conflicto poliédrico, donde existen demasiadas interconexiones (internas y externas) y en donde hay que actuar con mucho tiento. Personalmente, el papel de las Naciones Unidas es imprescindible para pacificar el país, además de llevar a cabo una reconstrucción a fondo que reafirme la idea de que occidente no estaba en contra de Iraq, sino de Sadam.



Es un problema que tardará mucho en resolverse. Realmente se ha visto que la intervención ha sido un fracaso, pues la rentabilidad económica de la operación se ha ido al traste con la inpensable inestabilidad que vive el país. Además, política y humanitariamente ha sido bochornosa la actuación. La ciudadanía de Iraq pasa cada vez más penalidades y la de occidente siente como ha sido insultada su inteligencia. Una guerra que tenía intereses económicos y geopolíticos, ha dado lugar a que esos intereses no se alcancen. E incluso empeoran las expectativas de llegar a buen final. Un desastre de quienes querían jugar a estrategas sin una visión realista.

Sin más, un saludo a tod@s.