lunes, septiembre 06, 2004

LA PIEDAD DEL MUNDO PISOTEADA.

Esa es la sensación que me deja la masacre de Beslán. Ciertamente es un atentado muy cruel, del que podemos culpar a la ineficiencia de las fuerzas de seguridad rusas o a la radicalidad de los terroristas, la mayoría chechena aunque también de otras nacionalidades. Pero lo que sí parece claro es que puede encender una chispa en el polvorín del Cáucaso, una zona terriblemente inestable en la que existen una serie de conflictos no resueltos parcial o totalmente, y en la que las diferentes etnias (osetios, ingushes, chechenos, cherkesios, daguestanos, ...) se han enfrentado generación tras generación unas con otras. Este suceso puede ser el comienzo de un nuevo capítulo en la larga tradición de esta belicosa rivalidad. Es por ello que las agencias rusas no han informado de que dichos terroristas entraron por Ingushetia, la cual reclama una parte del territorio de Osetia del Norte.Este suceso puede ser el comienzo de un nuevo capítulo en la larga tradición de esta belicosa rivalidad. Es por ello que las agencias rusas no han informado de que dichos terroristas entraron por Ingushetia, la cual reclama una parte del territorio de Osetia del Norte.


Por otro lado, no hay que olvidar que el terrorismo pretende alcanzar fines políticos de diverso orden por medio del terror en sus diversas formas, las cuales por cierto son casi infinitas, y sobre todo, cada vez más novedosas. El terror es simplemente la persuasión psicológica para favorecer un cambio en las voluntades en pro de los fines políticos demandados. Es una cruel manifestación propagandística de tales fines. Esta dinámica del terrorismo ya fue detallada por el príncipe Kropotkin, uno de los ideólogos del anarquismo junto a Bakunin: "el terrorista puede hacer más por la causa política que se persigue que mil panfletos". Un proverbio chino lo expone más claramente: "mata a uno y asuta a diezmil".

Danzig Este hecho ha ocurrido en Osetia del Norte, en el Cáucaso, pero la peor reflexión es que este terrible atentado ha podido pasar en cualquier parte del mundo, por que las reivindicaciones es un poco secundario. Hay que hacer terrorismo, que es lo efectivo. Por ejemplo, en el caso del secuestro de los dos periodistas franceses, se ha pasado de reclamar la supresión de la ley que prohibía el velo musulman en las escuelas a pedir un rescate por la vida de dos terroristas. Entonces, ¿cuál es la razón de pedir consejo a los ulemas o incluso a Bin Laden, que es wahabita? O las informaciones no son claras, o no se entiende el racionamiento de estas personas (por que pese a ser perversos y/o locos, lo son). ¿Hasta dónde llega la desesperación o el odio (como decía Loco en su bitácora)? ¿Les guía la irracionalidad o la inseguridad de sus actos?

No sabemos que carajo pasa realmente en Chechenia, en Irak, en Marruecos, en Arabia Saudí, en China o en nuestro país, pero sí sabemos que la muerte, la destrucción, el odio, la desesperación, la política de tapones en los oidos, del todo vale, ..., no son los caminos de la Paz. Hay experiencias en el mundo que han resultado efectivas para la resolución de conflictos (recordemos a Gandhi, por ejemplo). Pero este fin de semana la Paz ha sido mancillada cuando la piedad del mundo ha sido pisoteada.