miércoles, diciembre 15, 2004

Un poquito de porfavor.

Quizá no es la expresión más adecuada para titular este escrito, dado que a lo que me refiero es a la comparecencia ante la Comisión del 11-M de Pilar Manjón, representante de las víctimas del atentado.

Lo primero creo que ha traído a la opinión pública lo principal: el sentido común. La politización de la vida pública española es una de las cosas que deberíamos empezar a desterrar, puesto que no hace más que poner al servicio del partido de turno los medios públicos (universidades, cultura, ayuntamientos, ...). Ya se ha comentado más de una vez aquí y creo que la sociedad civil española está evolucionando más que la clase política, anclada en discursos del pasado. La despolitización es algo que debe ir acorde con la emergencia de los movimientos ciudadanos y por otro lado, la clase política debería dejar muchos puestos de responsabilidad a profesionales competentes, que seguramente lo harían mejor. Además, una vida pública despolitizada daría una mayor independencia a muchas decisiones que nada tienen que ver con la política (esto va por lo medios de comunicación, que están claramente politizados, como el resto de poderes).

Al hilo de ésto, a los miembros de los partidos políticos presentes se les ha caído la cara de vergüenza ante las valientes, sabias y rotundas palabras de la portavoz de las víctimas. A puesto en evidencia las deficiencias que hubo antes y después del atentado, las que hay ahora mismo para la administración de justicia a los implicados (como en el caso del gitanillo), y el uso político del dolor de las víctimas.

En este país en el que vivimos, en el que parece que no ha cambiado tanto la política a la que se practicaba a finales del XIX, somos la sociedad la que debemos darnos cuenta de los abusos, despechos, egoismos y vilezas que practican nuestros políticos (todos más o menos), y tener voluntad de reformarla con nuevos códigos deontológicos para la clase política y mayores controles. Un paso lo ha dado el gobierno con la publicación de los bienes que poseen los miembros del gobierno, pero hay que tener en cuenta que siempre existen recovecos legales para eludir y defraudar (remitiéndonos al dicho de que el que hizo la ley hizo la trampa).


Pilar Manjón, ante los representantes de la Comisión del 11-M

Las emocionantes palabras de Dª Pilar Manjón han puesto de manifiesto las liliputienses miras de la clase política española. Y yo iría más allá. Los políticos han sido muy irresponsables e infieles al deseo común de los españoles, que pese a lo que podamos pensar cada uno, es sólo uno: que se establezca la verdad.