martes, mayo 06, 2003

La enfermedad de la Iglesia Católica.

Ahora que nos ha visitado el Papa, y hemos visto tanta movilización para verle, creo que es importante dar a conocer a los nuevos movimientos dentro de la Iglesia. La pugna o al menos recelo existentes entre los diferentes “carismas” católicos es algo sabido por aquellos que han estado en comunidades de postcomunión o de preparación para el sacramento de la Confirmación, como es mi caso. La verdad es que siempre han existido, y de ahí que el nacimiento de sectas a partir de cismas (la edad media está plagado de ellos). Pero lo de ahora es más sutil, no hay diferencias doctrinales sustanciales (aunque cada uno pone énfasis en un aspecto del cristianismo) y tampoco abierta confrontación.

Como el mismo Juan Pablo II dijo en el trigésimo aniversario del Movimiento de Comunión y Liberación (CL), “[...] en estos últimos años, la Iglesia ha visto surgir y desarrollar en su interior muchos movimientos, comunidades y asociaciones. La fuerza del Espíritu de Cristo no deja nunca de superar, casi de romper, los esquemas y las formas sedimentadas en ella durante su vida anterior para urgir que nazcan nuevas formas de expresión. Esta urgencia es señal de la vivaz misión de la Iglesia, en la cual aparece el rostro de Cristo con los rasgos propios de los hombres de todos los tiempos y lugares de la Historia. [...]”.

Pero, ¿cuáles son estos movimientos? Tres principalmente:

· COMUNIDADES NEOCATECUMENALES: Vulgarmente llamados kikos, pues fue fundado por el pintor leonés Kiko Argüello, tras pasar una crisis existencial. Esta experiencia le llevó a dejarlo todo y se fue a vivir entre los pobres de los suburbios de Palomeras Altas (periferia de la capital), siguiendo los pasos de Charles de Foucauld. Pronto se le unió Carmen Hernández, que estaba fascinada por las intuiciones evangelizadoras de Kiko. Poco a poco, y también gracias al arzobispo madrileño, Casimiro Morcillo, el Camino Neocatecumenal (así se denominó la obra evangelizadora) fue propagándose por diversas parroquias de Madrid y de Zamora, casi siempre en barrios obreros. Ahora abarca unas 16700 comunidades en 5000 parroquias en todo el mundo.

Fue el primero que conocí, pues muchos vecinos, profesores e incluso amigos míos pertenecen a este movimiento. No tengo nada contra ellos, pues no soy practicante, pero su fundamentalismo les impulsa a tener el dominio absoluto sobre la parroquia de mi barrio. Hubo durante un tiempo un cura adscrito al movimiento CL y tras serias disputas, tuvo que dejar la parroquia (también hubo de crear otra parroquia, pues toda la liturgia, catequesis, etc. estaban adaptadas a este movimiento).

· COMUNIÓN Y LIBERACIÓN: fundado por Luigi Giussani en Milán en 1954 de una iniciativa de presencia cristiana llamada Giuventú Studentesca y el actual nombre de CL aparece en 1969 para expresar la convicción de que el acontecimiento cristiano vivido en la comunión es el fundamento de la auténtica liberación del hombre. Su fin específico es “promover la comunión proponiendo la fe en los ambientes que más determinan la mentalidad de la persona (el barrio, la escuela, ...)”. Promueven la oración, la participación en reuniones de formación espiritual, incluido un turno anual de ejercicios espirituales; el sostén (económico también) de las iniciativas de la asociación.

Es un movimiento fuerte en Italia, con unos 100.000 asociados, y está presente en 70 países, aunque su fuerza es pequeña. Mi opinión personal sobre los métodos utilizados, al menos los que conozco por personas que han estado en este movimiento, es la de que utilizan técnicas propias de las sectas, como las oraciones a todas horas, incluso antes del desayuno (cuando uno es más débil), el excesivo culto a los líderes de los grupos (como era en el caso del cura al que echaron de la parroquia), y el aislamiento que se autoimponen los adeptos frente a las personas con quienes antes trataban (en especial los amigos). No quiero decir con ello que el movimiento sea algo malo, ni mucho menos, pero muchos se desengañan pronto por la gran hipocresía que se respira, y otras razones (aunque supongo que en particular es algo consustancial al Cristianismo y en general a las religiones).

· LEGIONARIOS DE CRISTO: ellos no se denominan movimiento sino congregación religiosa. Fue fundada en México por Marcial Maciel en 1941. Su misión es la extensión del Reino de Cristo en la sociedad según las exigencias de la justicia y caridad cristianas, y actuando en estrecha colaboración con los pastores y programas pastorales de cada diócesis: Jesús es el criterio, el centro y el modelo de actuación en nuestras vidas. También fomenta la devoción a María de una forma especial y la veneración a la Iglesia como continuadora de la labor de Cristo.

Es el movimiento menos desarrollado a nivel de personas y países, puesto que están en 18 países, pero su rama laica, Regnum Christi, crece día a día y tiene cada vez más simpatizantes, entre ellos la candidata a concejal del ayuntamiento de Madrid y esposa del presidente del gobierno, Ana Botella.

Es claro que los fines planteados por estos carismas son en principio buenos y por ello no debería existir ningún tipo de enfrentamiento. ¿Está el conflicto quizá en captación de los adeptos para ganar fuerza, influencia, y sobre todo poder dentro de la Iglesia? Habría que ser un experto en la Iglesia Católica para poder responder a las dudas que tengo sobre la transparencia del Vaticano, de estas organizaciones y de las ya establecidas, y de la repercusión de estos movimientos en el futuro del Catolicismo.

Un saludo a tod@s