Condoleezza Rice toma las riendas de la política exterior de EEUU.
Se ha dado a conocer ya el nombre del sucesor (en este caso, sucesora) de Powell. Esta mujer afroamericana está despertando algo más que curiosidad en sus homólogos del resto del mundo y es que su fama de halcón está más que ganada. Si bien Colin Powell fue quien tuvo que dar la cara en la ONU sobre las supuestas armas de destrucción masiva que tenían los iraquíes (no le quedó otra opción), hay que tener en cuenta que era el miembro más moderado, ético y con sentido común del gobierno de George W. Bush.
¿Qué puede pasar con una secretaría de estado en manos de esta mujer? Visto su periplo por la secretaría de seguridad nacional, no soy nada optimista y creo que, hablando claramente, las cosas pueden ponerse muy feas si sigue en esa línea neocon. Si los socios de EEUU, especialmente los de la Vieja Europa y sus socios asiáticos, esperaban un gesto conciliador en aras de la recomposición de las relaciones (en los primeros) y de sensibilidad para no levantar más ampollas en la política regional (los segundos), creo que el nombramiento de Rice no va a ayudar mucho, pero también confío en que sigua al menos la política de su predecesor, sobre todo en los espinosos temas de Corea del Norte y de Irán, y en lo que pueda, fomente la solución pacífica de éstos y de otros muchos, especialmente los de Irak y Palestina (que en mi opinión son los más acuciantes para la comunidad internacional).
Seamos optimistas y demos una oportunidad a la esperanza.
Un saludo a tod@s.